“Lo más complicado fue meterle en la cabeza a la gente la buena casta que tenemos en Betanzos”
Conversamos con el betanceiro Lorenzo Bescansa, ingeniero agrónomo y fundador de las bodegas que llevan su nombre.

¿Quién y cuando funda esta bodega?
La fundo yo en 1999.
¿Cómo llegaste al mundo del vino?
Yo soy ingeniero agrónomo. Estudié en la Politécnica de Madrid, soy de Santiago y me casé en A Coruña. Allí comencé a estudiar sobre el tema y vi el potencial del blanco legítimo en Betanzos, a pesar de las muchas reticencias que había en la zona hacia esta uva histórica en la comarca que la gente veía como ajena. Pero yo seguí adelante: elaboré un plan yendo parcela por parcela por Betanzos, Coirós, Paderne…; hice una descripción de la variedad, y fui recogiendo material vegetal para poder recuperar el blanco legítimo.
¿Recuerdas tu primera vendimia?
Fue una vendimia en la que fuimos recogiendo poquitas uvas de muchas parcelas: dos cajas aquí, dos cajas allí. Hicimos unos 200 litros. Aún conservo alguna botella de aquella época… ¡y el vino es espectacular!
¿Algún recuerdo especial en tu vida al lado de las vides y los vinos?
Los mejores recuerdos están asociados a los trabajos en la parcela que replantamos detrás del puente de madera de Betanzos.
¿De qué áreas concretas vienen vuestras uvas?
De varios lugares en los ayuntamientos de Betanzos y de Miño: de Brabío, de Santa Uxía, de Ansimonde y también de Betanzos ciudad.
¿Con qué variedades de uva trabajáis?
Blanco legítimo y Agudelo.
¿Qué piensas que diferencia tu bodega, tus vinos, de otros?
Nosotros buscamos hacerlos lo más naturales posibles, usando solo Blanco legítimo y Agudelo. Son vinos típicos de Betanzos, con acidez. El “Lorenzo Bescansa” tiene una puntuación de 93/100 en la Guía Parker, algo que pocos vinos de Galicia superan.
¿Cómo fue la evolución de la bodega a lo largo del tiempo?
Lo más complicado fue meterle en la cabeza a la gente la casta buena que tenemos en Betanzos.
¿Dónde vendéis principalmente vuestra producción?
En Betanzos y en A Coruña, pero el objetivo ahora es entrar a la exportación. El “Lorenzo Bescansa Ouro Moído”, que elaboramos con Botrytis (la llamada podredumbre noble) va para restaurantes con Estrella Michelín.
¿Cómo veis el futuro? ¿Algún reto concreto en el horizonte?
Tenemos muchos impedimentos, con una producción comprometida; con parcelas de difícil acceso, a las que hay que ir caminando; con pendientes mayores que las de la viticultura heroica y sin elevadores. Yo ahora, con 63 años, aspiro a conseguir estabilizar la producción. Además, queremos hacer un espumoso por el método ancestral.
¿Quieres recomendarnos algún maridaje especial de alguno de tus vinos?
El blanco legítimo, si tiene graduación, va bien tanto con carne como con pescado. El “Lorenzo Bescansa Ouro Moído”, en los restaurantes con Estrella Michelín, acompaña platos suaves en boca como patés o también quesos potentes.